El Banco Central Europeo (BCE) sugirió ayer que acelerará las subidas de tipos de interés. La próxima subida sería el día 3 de agosto para combatir los “riesgos al alza” de la inflación derivados del encarecimiento del petróleo.
El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, tras mantener ayer los tipos en el 2,75%, advirtió que “ejercerá una fuerte vigilancia sobre la inflación. Esa expresión, que Trichet ha utilizado justo antes de las tres últimas subidas de tipos, puso al mercado en alerta para un alza el 3 de agosto.
El anunció sorprendió, ya que se esperaba que el banco siguiese subiendo los tipos una vez al trimestre, con el próximo incremento tras el fin de las vacaciones de verano, el 31 de agosto.
Pero la posibilidad de una subida anticipada se reforzó después de que el BCE revelara que, en contra de lo previsto, la reunión del 3 de agosto será “física” —no por teleconferencia— y a su término se publicará un comunicado y Trichet celebrará una conferencia de prensa.
Trichet “dio una señalmuy clara de que los tipos de interés subirán de nuevo a principios de agosto”, dice Elga Bartsch, de Morgan Stanley en Londres.
Tras el mensaje de Trichet, el mercado de futuros sobre el euribor elevó la probabilidad de que los tipos de interés suban al 3% a principios de agosto hasta más del 90%, frente al 40% de un día antes.
La nueva subida de tipos de interés, de concretarse, supondrá un nuevo incremento de las hipotecas en España, donde el 90% de los préstamos para la compra de viviendas se concede a tipo variable, frente a menos del 40% en el resto de Europa.
Tras los malos datos de inflación de junio, el presidente del BCE redobló ayer el tambor contra la subida de los precios. “Los riesgos para la inflación están al alza”, advirtió, destacando el encarecimiento del petróleo como principal peligro.
El petróleo West Texas Intermediate, la referencia en EEUU, marcó el miércoles un máximo histórico de 75,4 dólares por barril, aunque ayer retrocedió ligeramente. El crudo Brent, la referencia en Europa, cotizó por encima de 74 dólares por barril.
“Anticipamos que la tasa de inflación anual se mantenga elevada tanto en 2006 como en 2007”, explicó Trichet, quien también destacó que la liquidez en la zona del euro, medida por el agregado monetario M3, creció en mayo un 8,9%, “el mayor incremento desde el lanzamiento del euro” en 1999.
Por el contrario, Trichet se mostró satisfecho con la evolución del crecimiento. “Las últimas encuestas de confianza son positivas; en general, apuntan una mejoría [de la economía]”, dijo.
La actividad de la zona del euro creció a un ritmo del 1,9% en el primer trimestre y los analistas creeen que se expandirá a una tasa de alrededor de un 2% en 2006. “El crecimiento se ha fortalecido y extendido”, dijo Trichet.
La apuesta por una aceleración de las subidas de los tipos interés provocó un fuerte repunte del euro, que escaló hasta 1,2784 dólares y marcó un máximo histórico frente a la divisa nipona de 147,40 yenes.
Al mismo tiempo, el mercado de deuda, pillado a contrapié, sufrió fuertes pérdidas. La rentabilidad que se mueve en sentido inverso al precio del bono alemán a dos años repuntó hasta el 3,659%, su nivel más alto desde agosto de 2002.
La suma de alta inflación y mayor crecimiento podría forzar al BCE a subir los tipos más de lo inicialmente esperado. Una buena parte de los analistas revisó al alza su previsión del precio del dinero para diciembre desde el 3,25% hasta el 3,5%.
“Con el ritmo de las subidas acelerándose, también es probable que el BCE lleve los tipos hasta un nivel más alto de lo que habíamos anticipado”, dice Thomas Mayer, de Deutsche Bank en Londres.
Esa visión se reflejó en el contrato del futuro del euribor para entrega en diciembre de 2007 que ayer cotizó por primera vez por encima del 4%, lo que indica que el mercado espera que el BCE eleve los tipos, como mínimo hasta el 3,75%, el año que viene.
Pero otros siguen sin estar convencidos. “Aunque la actual recuperación económica es más fuerte de lo esperado, el BCE se enfrentará a un viento en contra en 2007 derivado de una moneda más fuerte, una ligera restricción presupuestaria y el impacto del petróleo”, dice Emanuele Ravano, director gerente de Pimco, la mayor gestora de renta fija del mundo.
Mientras el Banco Central Europeo avisaba de un endurecimiento más rápido de su política monetaria, el Banco de Inglaterra mantuvo ayer los tipos de interés en el 4,5% por undécimo mes consecutivo. No obstante, con la inflación al alza, un buen número de analistas de la City espera un alza a finales de año.
Fuente: Expansión (07/07/2006)
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