La entrada en vigor de los criterios energéticos del Código Técnico de la Edificación supondrá que el coste final de las viviendas aumente entre 20 y 45 euros por metro cuadrado
Vivir en una ecovivienda o en un residencial bioclimático será más que normal a partir del próximo septiembre. Las promotoras andaluzas deberán aplicar parcialmente en las nuevas construcciones el Código Técnico de la Edificación (CTE) tras la época estival. En concreto, la nueva normativa obligará a las constructoras a implantar determinados aspectos relacionados con el ahorro energético en el hogar.
El Código Técnico de la Edificación, en su apartado energético, recoge una serie de requisitos: la limitación de la demanda, la mejora del rendimiento de las instalaciones térmicas, un sistema de iluminación más eficiente, y una contribución mínima de la energía solar tanto para la red de agua sanitaria como para el suministro eléctrico. Todo esto supondrá, entre otras cuestiones, que las nuevas viviendas y los edificios rehabilitados estarán obligados a instalar placas solares para calentar el agua y generar electricidad, deberán además disponer de sistemas de control que permitan ajustar el encendido de la casa a la ocupación real y mejoren el uso de la luz natural.
Según las estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), dependiente del Ministerio de Industria, la implantación de este tipo de exigencias en las nuevas viviendas supondrá un ahorro energético de entre el 30 y el 40 por ciento y una reducción de emisiones contaminantes próximas al 55 por ciento. Un dato importante si se tiene en cuenta que Andalucía está a la cabeza de la Unión Europea en el crecimiento de consumo energético. En los últimos cinco años, el aumento se situó en el 36,5 por ciento, mientras que la media nacional fue del 27 por ciento, según datos facilitados por Francisco Bas, director de la Agencia Andaluza de la energía (AAE).
De acuerdo con Bas, la edificación en Andalucía se ha caracterizado "por la poca calidad energética y la escasa sensibilización, además de por estar centrada en la energía eléctrica". En esta misma línea se manifiesta Isabel de Arco, directora de la AAE, para quien el Código Técnico fomentará una "nueva política de ahorro". "No podemos asociar calidad de vida con un consumo energético alto", sostiene.
Una de las grandes dudas que quedan por disipar es el coste económico que tendrá la aplicación de estos aspectos novedosos en la vivienda. Según un estudio del IDAE, se estima que las exigencias energéticas supondrán un sobrecoste de unos 20 euros por metro cuadrado en el caso de las viviendas unifamiliares y de 45 para los edificios. Aun así, la mayor inversión inicial en la compra de una casa de estas características se compensará con una importante reducción de la factura energética.
El sector inmobiliario andaluz se muestra, por el momento, reticente a estos cambios obligados que conseguirán que las viviendas sean más ecológicas. Los casos de este tipo de arquitectura en la comunidad han sido, hasta ahora, escasos. De hecho, la mayoría de viviendas sostenibles que existen en Andalucía son de iniciativa pública. La Consejería de Obras Públicas ha llevado a cabo diferentes fases experimentales de edificaciones bioclimáticas, que son aquéllas que tienen en cuenta la ubicación de la casa, los materiales y la forma de construir para que el impacto medioambiental sea mínimo y para aprovechar los recursos naturales. Unas construcciones que se extenderán con la entrada en vigor del CTE.
Fuente: diariodecadiz.com (23/07/06)
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