sábado, 14 de julio de 2007

"Le dije: por su casa pasará una carretera; y la vendieron"

"No sabíamos nada". Los acusados de estafar a los compradores de su chalé ilegal al ocultarles que el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Chiclana preveía derribarlo porque la parcela estaba afectada por la apertura de un nuevo vial público insistieron ayer en que ignoraban esa circunstancia cuando vendieron su casa. Ni siquiera sabían, dijeron, que el Ayuntamiento había abierto un expediente sancionador por la construcción sin licencia de la casa. A ellos nadie les comunicó tal cosa, afirmaron.

El juicio quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia con una petición de un año de prisión para cada uno de los procesados por parte de la fiscal, convencida de que la pareja sentada en el banquillo sí sabía y engañó a los compradores: un matrimonio español emigrante en Francia que buscaba una casa en la que residir cuando retornasen al jubilarse. Unos compradores que si supiesen lo que nadie les contó no hubiesen adquirido el chalé, explicaron ellos a principios del mes pasado, cuando el juicio fue suspendido pero el tribunal optó por oír su declaración para que no tuviesen que repetir viaje desde tan lejos.

La venta del chalé, ubicado en la zona del Pinar de los Guisos, se produjo en noviembre de 2000. La fiscal apoyó parte de su tesis de que hubo engaño en el testimonio de una testigo: el de una vecina de la pareja procesada. La testigo explicó que un día se acercó al Ayuntamiento, a Urbanismo, y que se enteró de las previsiones del PGOU para la zona en la que se levantaban varias casas sin licencia, entre ellas la suya. Que vio que su parcela iba a sufrir un retranqueo y que por la casa de los acusados "pasaba una carretera". ¿Se lo comentó a ellos?, le preguntó la fiscal. "Sí, se lo comenté a ella. Me dijo que ya su marido lo resolvería. Y al poco tiempo vendieron la casa".

Otro testigo, un albañil, contó que un día estaba trabajando en la casa de los acusados, construyendo una fosa séptica. Que entonces llegó la Policía Local y los agentes le preguntaron que quién era el dueño de la casa, que era una obra ilegal. Que él les dio el nombre del dueño, que le pidieron que le dijese que pasara por la Jefatura. Que entonces él detuvo su trabajo, le contó lo sucedido al acusado y que éste le dijo que continuase con la poza.

Una hermana de los compradores se encargó de buscarles casa en Chiclana. Lo hizo a través de un gestor inmobiliario, quien ayer declaró que vio la casa, le pareció magnífica y se la ofreció a los compradores. Que fue después cuando empezaron a darse cuenta de que había problemas. Primero al ir a "cambiar la titularidad de la luz". "Vimos que era de obra. Entonces fuimos al Ayuntamiento y nos dijeron que el chalé había estado precintado y que había un expediente sancionador. Intentamos ponernos en contacto con el acusado, pero ya fue imposible".

Una declaración de obra nueva aportada en la venta indicaba que la casa era de 1993, por lo que había prescrito la posibilidad de derribo administrativo. Pese a ello, la casa fue construida después de que los acusados comprasen en 1999 la parcela en la que se levanta. Ellos mismo lo reconocieron.

El abogado defensor reclamó la absolución. Dijo que en ningún momento hubo engaño: que en la venta intervino un profesional en la materia que tenía que haber comprobado la realidad de la documentación. Esto es, que la casa no había sido construida en 1993. Una visita al Ayuntamiento, a Urbanismo, hubiera sido suficiente, dijo el letrado.

Fuente: diariodecadiz.es 813/07/07)

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