El número de transacciones de inmuebles de todo tipo de segunda mano se mantiene estable en la capital gaditana, mientras que sí desciende el número de los que reciben el visto bueno para ser ocupados tras el arreglo o construcción.
Los últimos estudios inmobiliarios alertaban sobre dos factores: la bajada del número de transacciones y del ritmo de la construcción. Estos estudios, elaborados por dos sectores profesionales, el de los registradores y el de los arquitectos, aportaban cifras provinciales en las que se reflejaban, los descensos citados.
Así, el Colegio de Registradores detectaba descensos específicamente en las transacciones de viviendas la provincia. A nivel local hay otros datos, proporcionados por el Ayuntamiento gaditano y extraídos del pago de las plusvalías, el Impuesto sobre Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana, que pagan los inmuebles urbanos cuando cambian de manos por compraventa, siempre que no sean de nueva construcción. Por esta ventanilla municipal pasan tanto las viviendas como cualquier otro tipo de inmuebles como garajes, trasteros o solares, entre otros.
En la provincia, según las cifras del Colegio de Registradores, se habían transmitido 29.112 viviendas a lo largo de 2006, 18.644 nuevas y 10.468 usadas. Con estas cifras, el informe aseguraba que se había producido un descenso de un 15,92 por ciento en las ventas, que afectaba principalmente a los pisos de nueva construcción, con una bajada del 16,98 por ciento. Mientras tanto, la cifra para la vivienda de segunda mano era de 13,98 por ciento.
Según las cifras que manejan los Registradores, durante el primer trimestre de este año se transmitieron 2.237 viviendas usadas de toda la provincia, sobre un total de 6.793.
En todo caso, datos municipales indican que no se han producido descensos en las cifras referidas a la capital gaditana. Así, en el año 2005 se pagaron 3.300 plusvalías, una cifra que aumentaría en el año 2006, cuando se alcanzaron las 3.744. Los seis primeros meses de este año se alcanzaron las 1.805, por lo que si se continúa al mismo ritmo durante el último semestre, el año acabará con unas 3.600 plusvalías, una cifra similar a la de 2006 y superior a la de 2005.
Así, parece que el mercado inmobiliario en la capital gaditana se mantiene, al menos de momento y a lo que a la segunda mano se refiere.
Otra cosa es la construcción o rehabilitación de fincas. El Ayuntamiento gaditano recauda otro impuesto que puede dar idea de cuantos inmuebles se terminan cada año: el impuesto de primera ocupación. Con este trámite se verifica que la ejecución de las obras se ha realizado según el proyecto autorizado por licencia de obras.
Este es un requisito previo y necesario para la ocupación legal del edificio y para el suministro de los servicios de agua potable y energía eléctrica.
Así, en el año 2005 se concedieron 97 licencias de primera ocupación, una cifra que se redujo hasta llegar a 72 el pasado año. Durante los seis primeros meses de este año se han concedido 34 de estas licencias, por lo que de seguir así 2007 concluiría con menos de 70.
Este impuesto puede arrojar alguna luz sobre cuánto se construye o rehabilita, pero no aporta dato alguno sobre las ventas, ya que el hecho de que una finca se rehabilite y obtenga su licencia ni siquiera implica que se ponga a la venta, y mucho menos que, de ser así, el promotor haya conseguido vender ninguno o todos los pisos.
De todas formas, estas las cifras sí apoyan a las que aportaba el Consejo Superior de Arquitectos sobre el descenso de la actividad de la construcción en la provincia de Cádiz, basada en los visados de los proyectos encomendada a los colegios. Concretamente, en 2006 se visaron 11.938 viviendas, frente a las 22.240 del año anterior.
Fuente: diariodecadiz.es (29/07/07)
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