A la provincia le queda poco espacio libre para construir hoteles en su primera línea de playa. Agotado el suelo en la Bahía, los inversores han tomado posiciones en los nuevos terrenos del suroeste, en Barbate y Vejer, y en los disponibles al noroeste, situados en Chipiona.
Los proyectos más importantes se están resolviendo en este final de año en Trafalgar, El Palmar y Costa Ballena. Cuando finalice la construcción de estos tres complejos, en el horizonte de 2010, ádiz habrá apurado sus terrenos en el litoral y la Costa de la Luz tendrá su oferta hotelera casi totalmente configurada.
Los municipios costeros de La Janda ya han recogido el testigo del desarrollo al Novo Sancti Petri, que dispone de 9.300 camas pero no tiene más opciones de crecimiento por falta de suelo. Conil, con 2.600 plazas, está recibiendo sus últimas inversiones. Esta temporada ha estrenado dos alojamientos para pasar las vacaciones, el Garbí Costa Luz y el Confortel de Roche. El año que viene, la cadena Hipotels reformará su hotel Flamenco, y la promotora UPB, de Goncava, empezará a construir otro negocio grande junto a la playa de La Fontanilla.
Las operaciones más importantes se acometen al sur, en dos entornos de interés especial para la provincia: las playas de Trafalgar y El Palmar. Empresarios y los Ayuntamientos de Barbate y Vejer están preparados para empezar a trabajar en sus parcelas junto al litoral. El jueves, la Comisión de Urbanismo de la Junta aprobó el plan para levantar cerca del tómbolo de Trafalgar hasta 600 camas, que estaba en trámites desde 2001.
Ahora es el complejo turístico proyectado en El Palmar el que está a punto de recibir el visto bueno de la Administración andaluza, también tras años de retraso.
Obras Públicas, el Consistorio vejeriego y la empresa Riera Marsá, propietaria de la parcela, ultiman estas semanas detalles del complejo. Al igual que el de Trafalgar, el plan se adaptará a los parámetros urbanísticos que la Administración considera “sostenibles” para espacios de especial interés. Se prevé la construcción de dos apartahoteles con unas 1.500 plazas y un campo de golf de prácticas en el área de Malcucaña.
En la costa oriental, hasta el Estrecho, no hay más opciones de crecimiento, salvo las que determine el futuro Plan General de Tarifa en la urbanización de Atlanterra, donde las promotoras Grupo Veintidós e Inmobiliaria del Sur tienen terrenos. El resto del suelo está bajo servidumbre militar, en algunos casos, o bajo protección ambiental, en la mayoría, por lo que no admiten cemento.
En el borde occidental de la provincia, los inversores hoteleros ya se han repartido los espacios disponibles en el gran complejo de Costa Ballena, justo entre los términos municipales de Rota y Chipiona. Costa Ballena tiene en Rota tres hoteles abiertos y dos en proyecto: el del empresario Ruiz Mateos y el de la cadena Elba, cuya inauguración se prevé el año que viene. Todos estos establecimientos están alejados de la playa.
El espacio más amplio por desarrollar de toda la provincia, con cuatro parcelas frente al mar, está en la parte chipionera de la urbanización de Costa Ballena. Esta zona ya tiene el respaldo de cadenas poderosas y sólo hay un terreno por adjudicar, según explicaron fuentes de la gestión del complejo.
La empresa Gabriel Rojas, la sociedad Marina Costa Ballena y la cadena mallorquina Riu trabajan en sus planes para Chipiona y esperan empezar la construcción de sus hoteles a lo largo del año que viene. Estos negocios sumarán unas 2.000 plazas de categoría alta a la provincia, que ahora tiene 30.000, y completarán el desarrollo de la primera línea de playa, sólo alterable entonces por actuaciones puntuales.
Fuente:diariodecadiz.com (25/11/06)
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