'Prudencia y tensa espera'. Así describe Emilio Corbacho, secretario de la Asociación de Promotores de Cádiz la situación del sector en la provincia. «No estamos en una etapa de crisis, sino de estabilización del negocio.
Actualmente no es posible detectar aún una bajada en los precios de los inmuebles. Lo que sucede es que, como indicio más relevante de lo que estamos viviendo, se ha producido una ampliación en el periodo de comercialización de los mismos, tardamos más en vender las promociones. Y también los empresarios se lo piensas dos veces antes de poner en marcha nuevas edificaciones».
También el precio del dinero, como en el resto de España, afecta a la salud del negocio en Cádiz. «Los actuales niveles son preocupantes para las rentas más bajas, que se encuentran ya en el límite de sus posibilidades. Y todo apunta a que antes de finales de año será aún peor».
Por último, pero no menos importante, los promotores refieren un «efecto psicológico» que provoca que el mercado se retraiga a la hora de comprar. «A base de decir que la desgracia va a llegar, termina llegando. Nos referimos a la crisis, de la que muchos hablan sin demasiado conocimiento de causa. Y lo que está sucediendo realmente es que el eco está siendo más grande que la bala», explican.
Varias inmobiliarias gaditanas dan fe de la importancia que esta influencia ‘psicológica’ tiene en los compradores: «Muchos clientes han decidido esperar porque creen que los precios van a bajar de forma inminente. Dicen que lo han oído en los medios de comunicación y que es cuestión de tener paciencia. A pesar de que les aportamos datos sobre lo contrario, hay muchos que han desistido de encontrar casa de momento, sobre todo en el mercado de reposición».
Y es que, como consecuencia de este ‘enfriamiento’ en el mercado de la primera vivienda, la de segunda mano sufre las consecuencias de forma inmediata. «Se vende menos, hay menos vivienda en el mercado y sube de precio. Los vendedores se ven obligados a negociar el precio a la baja, para poder hacer frente a las obligaciones que ya han contraído en la compra de su nueva casa», reconocen los técnicos de venta de las inmobiliarias.
Serenidad ante los cambios
«Tensa espera»... pero serenidad. Éste es el consejo de los promotores. «Nosotros estamos preparados para afrontar esta situación, hemos aprendido de otros momentos de verdadera crisis y estamos mejor pertrechados. Hay quienes esperan una bajada espectacular de los precios, y se van a morir esperándola. Lo importante es mantener la calma y dinamizar el negocio, tanto empresarios como compradores. Lo contrario acarrearía consecuencias indeseables incluso fuera del sector».
Una de esas consecuencias apuntadas por la patronal del ladrillo es la repercusión que un desplome del negocio podría tener en el mercado laboral. «Miles de empleos dependen de este mercado, y no parece que a la vista haya sectores alternativos a los que dirigir a los trabajadores si nosotros nos caemos», apuntan.
‘Desconcentración turística’«
Lo que Cádiz representa para el turismo de España lo tenemos todos claro. Una provincia en la que es casi imposible estar lejos del mar supone un atractivo evidente para el turismo que tradicionalmente elige España como destino. Más aún si somos capaces de optimizar nuestros recursos naturales diversificando la oferta hacia terrenos como los deportes de viento, los acuáticos...», explican desde el sector inmobiliario.
Sin embargo, la llegada masiva de turistas comienza a ser historia en el litoral español, también en Cádiz, según las estadísticas, lo cual «tiene su repercusión en el negocio inmobiliario, pues los visitantes que se alojan la primera vez en hoteles a menudo se convierten luego en turistas residenciales con la compra de una vivienda», reconocen los promotores.
Además, las zonas más tradicionalmente turísticas de la provincia gaditana «se encuentran casi al límite de sus capacidades». Nos referimos a emplazamientos tan conocidos como Chipiona, Los Puertos, Rota o Sanlúcar. «El futuro pasa por ‘desconcentrar’ la oferta turística, abriéndonos a nuevas posibilidades hacia en interior sin olvidar la costa aún asequible, en lo que podemos denominar una ‘segunda oleada’ de turismo residencial, con nuevas ofertas y posibilidades».
En esta dinámica, cobran protagonismo lugares tan dispares como Chiclana, Conil, Zahara, Barbate, Algeciraso Vejer.
Fuente: elmundo.es (19/07/07)
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