El tiempo que se tarda en vender actualmente una vivienda en España es de unos 5 meses, dos más que el que se empleaba antes del verano, lo que supone un incremento de alrededor del 66% en el tiempo estimado.
El director de comunicación de la web Idealista.com, Fernando Encinar, reconoció que, ante esta situación motivada por la desaceleración del mercado de la vivienda, las agencias inmobiliarias se encuentran ante ‘un punto de inflexión’.
En su opinión, las agencias se van a ver obligadas a modificar su modo de trabajo hacia una cada vez mayor ‘profesionalización’. Sin embargo, esta circunstancia, lejos de suponer una futura crisis del sector, hará que las agencias sean ‘más necesarias que nunca’. ‘Corre una época de rebajas, pero los vendedores particulares no son conscientes de este cambio’, advirtió.
Por ello, las agencias tendrán que empezar a desarrollar un ‘papel educador del vendedor’ para conseguir que su oferta se adapte a la demanda, recomendando en ocasiones rebajar los precios de venta planteados por los propietarios antes de la comercialización de sus inmuebles, o, como explicó, ‘poníendoles los pies en el suelo’.
En este contexto, la agencia deberá desarrollar unos servicios dotados de mayor profesionalidad para orientar a los vendedores hacia una mejor comercialización de las viviendas, ya que, como señala Encinar, ‘está desapareciendo el comprador inversor’, pero sigue prevaleciendo el que destinará la vivienda para su uso personal, que se muestra habitualmente más exigente ante la oferta.
Aquellas agencias que cuentan con más experiencia se adaptarán más fácilmente al cambio de ciclo, dado su mayor conocimiento del sector, mientras que aquellas que comenzaron su actividad ‘al calor del boom inmobiliario’, previsiblemente, ‘lo van a pasar mal’.
Por otro lado, Encinar indicó que el cambio en el servicio que las agencias inmobiliarias ofrecerán a sus clientes les llevará a plantear un ‘menú a la carta’.
En este sentido, explicó que las agencias inmobiliarias ya no cobrarán un cuota fija por todos los servicios que ofrecen, sino que dispondrán de tarifas diferenciadas en función las necesidades de los clientes.
Así, los compradores podrán decidir si quieren que la agencia les ayude a encontrar financiación para su compra o se haga cargo de los trámites necesarios. Asimismo, el vendedor tendrá la posibilidad de elegir, por ejemplo, entre que la agencia sólo publique un anuncio de la vivienda en venta o además se encargue de enseñar el inmueble a los posibles compradores. Todas estas opciones serán facturadas con tarifas adaptadas a las distintas variantes.
Otro de los elementos que hará cambiar la forma de trabajar de las agencias será el uso de Internet, que, según Encinar, desplazará a los medios tradicionales de promoción, de forma que ‘en los próximos años será la herramienta más utilizada’.
‘Mayor sofisticación tecnológica, más herramientas de medición y menús de servicios’ son algunas de las claves que Encinar precisa a la hora de perfilar el futuro de las agencias inmobiliarias.
Fuente:urbanoticias (23/01/07)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario