sábado, 7 de junio de 2008

La construcción deja de ser la gallina de los huevos de oro de los ayuntamientos

La recaudación por las obras cae un 60% y obliga a los consistorios a replantear los presupuestos porque uno de cada cuatro euros de impuestos procedía del ladrillo.

Obreros sin obras; transportistas sin rutas; productores de materiales sin encargos…La caída de la construcción ha arrastrado a muchos sectores productivos y, con ellos, a miles de trabajadores, pero también salpica a todos y cada uno de los ciudadanos a través de los ayuntamientos.

La recaudación de los impuestos municipales directamente relacionados con el ladrillo se ha desplomado este año en la provincia "entre un 40% y un 60%", según calcula Tomás Herrera, presidente de la Comisión de Urbanismo de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (Famp) y alcalde de Algeciras.Las principales fuentes de ingreso son las licencias de construcción, obras e instalaciones y las plusvalías en las operaciones de compraventa (impuesto sobre el incremento del valor de los terrenos). Ambas representaron en 2006, el último año del boom inmobiliario, el 25% del dinero que entró en los consistorios de la provincia por el cobro de impuestos (directos e indirectos), y en torno al 15% ó 20% si se consideran también las tasas (servicios públicos y vados, fundamentalmente).

Entre los 44 ayuntamientos gaditanos, la caja por este concepto fue de 108 millones de euros y, como muestra del peso que llegó a tener, sólo las plusvalías (34,9 millones) supusieron casi lo mismo que el IAE, el impuesto aplicado a las empresas que facturan más de un millón de euros. Al menos el mazazo no ha sido tan fuerte como en otras provincias andaluzas, ya que, salvo en Sevilla y Cádiz, en el resto de la Comunidad entró más dinero por la revalorización de los pisos que por el IAE, el impuesto que grava a las empresas que facturen más de un millón de euros. Es decir, entró más dinero por las ganancias inmobiliarias que por la actividad productiva.Esta gallina de los huevos de oro es ya historia y ahora los consistorios se ven obligados a ajustar los presupuestos para encajar la fuerte bajada.

Es un escenario nuevo en el que el análisis es claro: la desaceleración económica. Las ventas se han congelado, sobre todo por la falta de financiación hipotecaria, y cada vez se ponen en marcha menos obras, no sólo de promociones de viviendas, sino también de rehabilitación de casas particulares, una actividad que se había revelado como una importante vía de negocio e ingresos en los últimos años. La caída es palmaria en ambos apartados: en 2006 se concedieron en la provincia 6.947 visados para el inicio de edificaciones; en 2007, fueron 3.121, una cifra insólita en la actualidad y propia, más bien, de principios de los años 90. En la compraventa tampoco hay compasión posible: en marzo, el último mes contabilizado, se firmaron 2.103 hipotecas, la mitad que un año antes.Este retroceso es el origen de la reducción de hasta el 60% de los tributos municipales de la construcción, pero el efecto en los ayuntamientos va más allá porque viene a agravar una situación de endeudamiento que ya era insoportable para algunas localidades cuando aún se disponía de esta fuente de inyección económica, según reflexiona Tomás Herrera. Es el caso de Arcos, cuya corporación municipal se ha visto obligada a recortar plantilla, y también los de Algeciras o Chiclana, inmersos en planes de ahorro para recuperar la estabilidad presupuestaria. Además, esta vía de ingresos está dirigida a sufragar los gastos corrientes, y no las inversiones, por lo que la brecha contable puede desequilibrarse aún más.Los más afectados, según Herrera, serán los municipios de la costa, donde es mayor la construcción turística y de segunda residencia -la más resentida-, mientras que en el interior el impacto será más suave.

Cádiz
A menor capacidad, menores consecuencias. Cádiz tiene un término municipal limitado, 693 hectáreas de suelo urbano en las que podría decirse que hueco que queda, hueco que se rellena. Pese a ello, la disminución también ha afectado a la capital. Según sostiene el concejal de Hacienda, José Blas Fernández, la reducción en la concesión de licencias ha sido de entre el 15% y el 20%. Otro efecto derivado de la crisis es la fuerte acogida que tiene "cualquier" promoción pública que se hace desde el Ayuntamiento. "Antes, concurrían a cada proyecto dos o tres empresas y ahora están llegando 14 ó 15, incluso ofreciendo mejoras sobre el pliego de condiciones.

San Fernando
El nuevo PGOU es el pilar principal sobre el que La Isla quiere construir la reactivación del sector del ladrillo. En este caso, la servidumbre de los suelos militares resta un importante margen de crecimiento a la localidad, que tratará de liberar a través del nuevo documento de ordenación, que actualmente está en fase de aprobación inicial, la cantidad máxima de zonas ahora no urbanizables para compensar la caída de la actividad constructora y, también, sostener el empleo. El ritmo de concesión de licencias empezó a percibirse en el segundo semestre de 2007 y provocó que a lo largo de ese año se expidieran un 6% menos de autorizaciones de obras que en 2006. Fueron 1.135, mientras que doce meses antes llegaron a 1.207.

Puerto Real
En el Ayuntamiento puertorrealeño están volcados con el Plan General de Ordenación Urbanística de Puerto Real (actualmente está en fase de aprobación inicial) porque consideran que hay un número importante de licencias solicitadas que están a la espera de la nueva ordenación. A juicio del concejal de Urbanismo, Antonio Noria, este hecho impide valorar el impacto real de la crisis y, en todo caso, se muestra muy contrario a la fuerte dependencia de estos tributos procedentes del ladrillo: "Las corporaciones locales no deben nutrir sus recursos de este tipo de ingresos, porque ha sido una de las circunstancias que han motivado su colapso económico y han favorecido la corrupción", sentenció Noria.

El Puerto de Santa Maria
El Ayuntamiento no ha registrado un descenso significativo de peticiones de licencias, pero éstas sí son de menor envergadura. La consecuencia es que los ingresos derivados de la construcción mermara un 30% en 2007. Para contrarrestarlo, además de reanudar la revisión del PGOU anquilosada desde hace nueve años, el Consistorio confía en los planes residenciales y turísticos contemplados en el PGOU anterior, de 1992, y que ahora han sido "desbloqueados". Algunos de ellos son el Peri de La China (junto a Puerto Sherry), el antiguo camping del Guadalete (en Valdelagrana), el plan especial para el muelle pesquero, la urbanización de Bahía Blanca -paralizada a la espera del dictamen de Medio Ambiente- o La Florida -viviendas públicas de La Junta-. Además, según apuntan desde el Ayuntamiento, la empresa pública Impulsa El Puerto promoverá el nuevo polígono de Las Salinas de Poniente, donde se creará obra pública a través de la edificación de naves nido y oficinas.

Chiclana de la Frontera
Sorprendente Chiclana parece ser de los que menos se ha resentido con la crisis del ladrillo. La recaudación por el impuesto de construcciones, obras e instalaciones "es igual" que la del año pasado, según sostienen fuentes municipales. Lo que sí se ha reducido es el tributo correspondiente a las plusvalías, que lo ha hecho en un 30%, pero, pese a ello, el impacto que tendrá en la totalidad de ingresos locales será de "entre un 3% ó 4%". Esta merma de entradas a las arcas chiclaneras afectará tanto al plan de estabilidad en que está inmerso el Ayuntamiento por incumplir la norma de estabilidad presupuestaria como al próximo presupuesto.

Conil de la Frontera
Ni la mitad, ni la tercera y una cuarta parte. El bajón inmobiliario en Conil ha reducido hasta un 20% (una quinta parte) los ingresos por las licencias de construcción recaudadas en el Ayuntamiento. Según el portavoz municipal, Francisco Alba, las arcas locales han recibido hasta mayo 134.000 euros, mientras que en 2007 por esta fecha se alcanzaban los 710.000. En el tributo por las plusvalías, se ha notado menos pero también es la mitad de los 170.000 euros computados en 2007. Alba reconoce que este gravamen era "de las fuentes de financiación más importantes dirigidas a sufragar el gasto corriente" en Conil, pero también se muestra positivo porque la localidad tenga otras actividades que potenciar para compensarlo, como el turismo, la pesca o la agricultura.

Barbate
El caso barbateño es comparable al gaditano. La escasa capacidad de crecimiento a causa de las zonas militares también ha limitado la actividad urbanística en los últimos años. Pese a ello, la reducción de licencias también fue patente en 2007, sobre todo aquellas de grandes dimensiones. El año pasado se concedieron 26 de obra nueva mayor, mientras que en 2006 fueron 40, es decir, un 35% menos. Fuentes municipales confirmaron que el ritmo constructor es menor y, sobre todo, se centra en obras pequeñas de casas particulares que en grandes promociones.

Arcos de la Frontera
Cabría esperar que la Sierra hubiese encajado mejor el envite de la recesión inmobiliaria por la mayor proporción de viviendas de primera residencia que en la costa. Sin embargo, el monstruo constructor se ha comido también los ingresos en su municipio principal: Arcos. Entre enero y mayo se han formalizado 158 licencias de obra. Doce meses antes fueron 299, lo que se traduce en un retroceso del 47%. En términos económicos la fuga económica de estos cinco meses ha sido de 160.000 euros.

Algeciras
El epicentro del Campo de Gibraltar tampoco se ha quedado al margen del bajón recaudatorio, aunque su alcalde, Tomás Herrera, destaca el menor peso que estos ingresos tenían en el presupuesto municipal, un 12%. La causa es la preeminencia económica del puerto. Pese a ello, el Ayuntamiento ha emprendido un plan de ahorro para equilibrar los presupuestos durante los próximos años a través de la restricción de gastos y operaciones como la refinanciación del pasivo.

La Linea
El concejal de Urbanismo de La Línea, Manuel Aguilera, apuntó que el Ayuntamiento sólo ha ingresado hasta la fecha el 20% del objetivo marcado en el presupuesto de este año. Este gran nivel de ralentización implica que la crisis "está afectando al total de ingresos y a la estabilidad presupuestaria", según concluyó Aguilera, que agregó que la Administración local intentará suplir este descenso con el impulso a más promociones de viviendas protegidas y apostó por que la financiación de los ayuntamientos "sea analizada en este momento".

Fuente: diariodecadiz.es (01/06/08)

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