El Ayuntamiento portuense ha convertido en noticia la auto-demolición de una vivienda ilegal en el núcleo de Arenas Cárdenas. En una localidad donde se registran más de cinco mil casos de edificaciones sin licencia, un propietario daba ejemplo colectivo al derribar la finca que estaba erigiendo en las proximidades de su lindero, por lo que fue paralizada por técnicos de Disciplina Urbanísitica.
El propietario de la edificación decidió asumir la demolición de la construcción ilegal, cuando lo habitual en estos casos es el pago de una multa, al comprender que el inmueble se estaba construyendo al margen de las normativas, al filo del lindero de su propiedad. A raíz del decreto de paralización de las obras, el inquilino decidió encargar la demolición de la infraestructura que se estaba construyendo, ante del plazo fijado de dos meses que se le había notificado desde el Ayuntamiento. Urbanismo informó que la obra "no podía ser legalizable" atendiendo a la demolición antes que al pago de las pertinentes multas coercitivas mensuales que han de abonar los expedientados.
A lo largo de toda la historia reciente, Urbanismo nunca ha ejecutado el derribo total de un vivienda construida en suelo no urbanizable, ni tampoco en aquellos casos en que se infringían normativas de forma palmaria, dándose casos de sólo derribos parciales.
La actitud municipal contra el fenómeno de las casas ilegales se ha avivado en los últimos meses, a raíz de los decretos sancionadores emitidos por el área municipal. La práctica totalidad de las multas coercitivas impuestas han sido contra promotores foráneos, que pese a pagar las sanciones pueden lograr una plusvalía suficiente con la venta de las respectivas casas ilegales.
Fuente: diariodecadiz.com (17/09/06)
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