Desde el impacto del Euríbor al del petróleo sobre los precios, el frenazo económico en España y Cádiz tiene muchos motivos
Un granjero de Carolina del Norte decidió comprarse la casa de sus sueños. Sorprendentemente, su banco le daba el dinero, pese a saber que le estaba entregando el dinero a lo que la jerga financiera denomina ninja (siglas de «no income, no job, no assets»; en español, «sin ingresos, sin trabajo y sin propiedades»). Debido a la intrincada red que une a los bancos de todo el mundo, el día que ese granjero y muchos como él dejaron de pagar sus hipotecas por la crisis de su país, la caja de ahorros de toda la vida con sede en Cádiz se queda sin liquidez porque cierto día le prestó el dinero a ese banco americano de forma indirecta. Bienvenidos a la globalización.
1 El Euríbor
El índice que toman como referencia la inmensa mayoría de las hipotecas vive en una montaña rusa últimamente. Tras varios meses de incrementos continuados, en febrero se moderó al 4,3%, pero ahora apunta a un 4,5% para el cierre de marzo. Sea como sea, estas cifras suponen aumentos de más de 200 euros en las cuotas mensuales de un préstamo de dos años a esta parte. Los expertos confían en un descenso suave.
2 Crisis en EEUU
La multiplicación de ninjas en Estados Unidos ha generalizado la crisis en la primera potencia mundial, que intenta capear el temporal con bajas de tipos radicales como las de ayer. Del futuro del gigante económico dependerá el de los gaditanos, por muy exagerado que parezca así escrito.
3 Bolsa
Desde que comenzó el año, la Bolsa española se ha dejado más de un 10% de su valor; bastante más desde el inicio da la crisis americana en agosto. Promotoras, constructoras y bancos son los más castigados, con lo que eso supone de efecto arrastre en su negocio.
4 Petróleo
Allá por 2004, el entonces ministro de Economía, Rodrigo Rato, tildó de desastre que el precio del barril de petróleo superase los 30 dólares, sobre todo, para economías muy dependientes del oro negro, como la española. Ayer, el coste cerró el día por encima de la barrera de los 100.
5 Inflación
Una subida significativa del precio del petróleo supone un efecto cascada en el resto de la economía: suben los carburantes, suben los costes del transporte, suben los recibos para las empresas distribuidoras, sube el producto final. En el último eslabón, la inflación supera la barrera del 4% y los alimentos se incrementan en un 7% en un año.
6 Saturación
El mercado inmobiliario no daba para más. Desde principios de siglo, los precios de la vivienda se han disparado más de un 15% al año. Llega un momento en que un comprador no puede asumir la primera vivienda y los que esperaban vender para alcanzar una casa mayor se quedan sin demanda. Las inmobiliarias que nacieron al calor del boom se desploman (han cerrado un 40%) y sólo quedan las tradicionales.
7 Sube el empleo
Durante los años más intensos de la bonanza inmobiliaria, se construían en España más viviendas que en Reino Unido, Francia y Alemania juntos. Unas 800.000 cada ejercicio. Para poner los ladrillos de tanta casa se generó mucho empleo en torno a la construcción. A principios de 2000 había 40.000 gaditanos con un empleo en la construcción. En 2007, había 80.000. ¿Hay proyectos para sostener esto?
8 Año electoral
La convocatoria de elecciones y la puesta en marcha de los nuevos gobiernos frena el ritmo inversor, con lo que eso significa. Y suena muy lejos, pero también hay elecciones presidenciales en Estados Unidos, por lo que allí también costará más arrancar.
9 Crisis financiera
Los bancos no prestan al consumidor no porque no se fíen de él y su honradez, sino porque no tienen tanto dinero para responder en un momento adverso. En el mercado internacional, nadie se fía de nadie y falta dinero para que los bancos se presten entre sí (condición indispensable para que éstos presten al ciudadano).
10 Confianza
La última clave es más de psicología que de economía. Para que una sociedad desarrollada funcione, debe tener confianza en sí misma. El principal peligro a la hora de hablar de crisis continuamente es que algo que no era una crisis se convierte en ello porque los ciudadanos, los inversores, los políticos y los gobiernos han terminado creyendo que, en efecto, había crisis. Hasta que la hay.
Fuente: lavozdigital.es (19/03/08)
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1 comentario:
Muy bueno ese artículo, tendré que ojear más detenidamente las páginas de opinión y economía de la Voz, que la verdad, nunca le hice demasiado caso.
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