Las localidades caras acusan más el descenso de las ventas, en tanto que las baratas se comportan mejor
Soplan tiempos de cambio en el mercado inmobiliario andaluz, especialmente en su destino emblemático, la Costa del Sol. El año pasado se visaron en la provincia de Málaga 27.616 viviendas, con un descenso nada menos que del 41% respecto a 2006. Retrocesos tan bruscos pueden tener efectos muy negativos sobre la economía provincial que más ha crecido en España en la última década, sustentada en dos pilares casi exclusivos: la construcción y el turismo. Hay preocupación, claro, pero lo curioso es que nadie se extraña.
Y es que lo que no puede ser es imposible, y en Málaga lo era una década continuada de crecimiento imparable, la proliferación incesante de constructoras y agencias, la producción anual de más de 40.000 casas, unos ritmos de venta vertiginosos pese a una escalada de precios disparatada... era insostenible desde todo punto de vista, económico y medioambiental, y por eso no sorprende. "Lo que no es nada normal son los 10 años magníficos que hemos vivido", afirma el promotor y constructor Miguel Rebollo, quien apostilla: "Esto es imposible que se vuelva a repetir".
"Lo que ocurre ahora era previsible", insiste la directora para la Costa del Sol de Aguirre Newman, María Monasterio, quien recuerda que ya en 2006 se constató un alargamiento de los plazos de venta residenciales y una menor producción. Y lo que sucede los últimos meses es que han caído las ventas y los precios. El sector se ha estancado y apenas se ponen en el mercado nuevas promociones. No es que las perspectivas de futuro sean malas, pero éste no es un buen momento y los promotores han optado por esperar para acometer nuevos proyectos hasta que se aclaren las incertidumbres, ya que hay un importante stock de viviendas sin vender. Además, diversos especialistas consultados coinciden en que se van a poner a la venta, además, muchos inmuebles de propietarios que los compraron como inversión entre 2001 y 2005, cuando los precios subían más del 20% anual.
La oferta de Cádiz
En el litoral de Cádiz, los valores más caros están en Tarifa y Chipiona, que superan los 3.100 euros por metro. Los municipios de la bahía de Cádiz (Chiclana, San Fernando, Puerto Real y El Puerto de Santamaría) se sitúan en torno a 2.600 euros, con diferencias mínimas de unos a otros. Las casas más asequibles se encuentran en el Campo de Gibraltar, con la media en 1.890 euros por metro en Algeciras y en 2.355 en La Línea. Por supuesto, hay que excluir el entorno de San Roque, pues en Sotogrande se registran los precios más caros del mercado andaluz, que superan los 4.300 euros, según CB Richard Ellis.
Las segundas residencias más caras de Almería se localizan en el Levante: entre los 3.186 euros por metro de Mojácar y los 2.273 de Garrucha. En el Poniente, oscilan entre los 1.925 euros de Adra y los 2.528 de Roquetas de Mar.
Una de las zonas más pujantes de los últimos años, Huelva, también experimenta una ligera rebaja de sus precios, de entre el 1% y 2%. Almonte, con 2.825 euros por metro, es la localidad más costosa. Le siguen Cartaya, con 2.500 euros, e Isla Cristina, con 2.400. En Ayamonte hay vivienda turística por menos de 2.000 euros.
Los precios más altos de la costa granadina son los de Almuñécar, 3.654 euros por metro, mientras que en Motril no llegan a 3.000 euros por metro.
Fuente: elpais.com (14/03/08)
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