La línea de trabajo de la Junta de Andalucía en la redacción del decreto de la industria del golf busca hacer compatibles los usos turístico y residencial de estas instalaciones, respaldando los proyectos de campos de golf de primera categoría, con la posibilidad de construir un número limitado de viviendas, según han confirmado fuentes con máxima responsabilidad dentro de la Administración autonómica.
El planteamiento del decreto refleja la necesidad de crear una "red de campos de golf de interés turístico" en la comunidad, recursos que, en sí mismos, sean un atractivo para los viajeros. Para salvaguardar la calidad de los proyectos, la normativa establecerá una serie de requisitos técnicos mínimos, y detallará desde la extensión exigida a los campos hasta, por ejemplo, la anchura de las calles de juego.
En los complejos de golf que cumplan estos estándares de calidad, la Administración estudia permitir la construcción de residencias, aunque de forma controlada tanto en densidad, como en número de casas, ubicación y separación que deben tener del terreno de juego. "Se trata de alcanzar un acuerdo sobre el cuánto, el cómo, el dónde y el por qué, de forma que se permita, siempre de forma regulada, el desarrollo de estos proyectos", explicaron las fuentes consultadas.
Este planteamiento se sitúa en un punto de encuentro entre la postura de la Consejería de Obras Públicas, contraria a las casas en los campos que no estén en áreas de expansión de los municipios, y la postura de Turismo, que desde la dirección del ex consejero Paulino Plata se ha mantenido próxima a los intereses de los promotores. Los empresarios de este segmento siguen defendiendo la necesidad de construir viviendas para rentabilizar sus inversiones en golf. La actual línea de trabajo de la Junta es un convenio intermedio, que se aleja del "ladrillo puro y duro sin interés turístico", y del "fundamentalismo en contra de los complejos de golf".
Próximas reuniones a tres bandas entre los representantes de las consejerías de Obras Públicas, Medio Ambiente y Turismo, coordinadas por el consejero de la Presidencia de la Junta, Gaspar Zarrías, serán decisivas para concretar los aspectos del futuro decreto, que no verá la luz antes de las elecciones municipales.
El documento, al que se le da vueltas en la Administración desde hace cinco años, debe publicarse en el primer semestre de este ejercicio, antes de julio, después del compromiso adquirido por la Junta cuando aprobó el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) a finales del año pasado.
De la determinación de la Junta dependen decenas de proyectos de golf en toda la comunidad autónoma. Todos están aparejados a notables inversiones y previsiones de generación de empleo, pero también a la urbanización de muchos espacios, a la que se oponen con contundencia los ecologistas y, más tenuamente, la Consejería de Medio Ambiente. Esos colectivos también han alertado del riesgo de homogeneización de la oferta turística.
Una de las últimas decisiones en firme de la Junta sobre este tipo de proyectos se produjo la semana pasada en Cádiz, cuando la Comisión Provincial de Urbanismo aprobó el complejo de golf y hoteles planificado en Gabela Honda, en el municipio de Trebujena, pero rechazó la construcción de 600 viviendas anexas.
La Comisión, a falta de una normativa específica sobre el golf a la que atenerse, determinó que este espacio residencial no respetaba el POTA, puesto que suponía la creación de un núcleo de población segregado del centro urbano trebujenero.
Fuente: europasur.es (13/05/07)
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