viernes, 29 de agosto de 2008
El tiempo medio para vender una vivienda en la provincia alcanza ya los nueve meses
Hace sólo dos años la mayor parte de las transacciones inmobiliarias se cerraban en no más de tres meses Las empresas del sector insisten en que ahora es «el mejor momento» para adquirir una vivienda
Vender una casa de la provincia de Cádiz se parece cada vez más a un parto: no sólo porque cueste sudores, que también, sino porque ya se tarda de media nueve meses en encontrar un comprador interesado y que pueda hacerse cargo del pago.
De este modo, mientras en enero, la misma hazaña de vender una vivienda de segunda mano aún podía realizarse en tres meses, como mínimo, hoy día, y siguiendo con el símil de buena esperanza, lograr una venta sietemesina ya resulta una rara proeza. «Seis meses es el tiempo mínimo en que se consigue un comprador», coinciden diferentes agencias inmobiliarias gaditanas consultadas por este periódico, testigos de primera línea del bajón que ha sufrido el negocio.
Equilibrio en las compras
A pesar de todo, la crisis inmobiliaria que se inició a principios del año 2007 -cuando se hablaba de «ajuste suave»-, y que terminó desbocándose cuesta abajo a principios de este año -entonces las empresas reconocieron ya abiertamente la «crisis»-, parece mantenerse en un frágil equilibrio.
En la provincia de Cádiz, por ejemplo, la caída de las ventas ha parado en seco y las cifras de transacciones se mantienen de un mes a otro: por ejemplo, en mayo de 2008 (la última cifra del INE), se efectuaron 1.444 compraventas, un número muy similar al de meses anteriores -con apenas decenas de diferencia-. Sólo si se comparan con las de la misma época de 2007, las variaciones sí resultan considerables: en mayo del año pasado, el total de ventas de vivienda en Cádiz fue de 2.180.
La diferencia de un año a otro, claro, también se aprecia en el tiempo de ventas: «Hace doce meses -recuerda Rafael Galván, gerente de una franquicia Look and Find en Jerez- teníamos casas que se entregaban en sólo un mes y medio desde que se registraban en la agencia», que llevaba a cabo en torno a cinco o seis visitas al mes por piso y ahora difícilmente llega a registrar una... «O ninguna».
Las perspectivas para el futuro no presentan un paisaje más positivo, ya que a juicio de los profesionales inmobiliarios, los dueños de las viviendas aún no han asumido que el ciclo mercantil ha cambiado y es necesario renunciar a las plusvalías que se ganaban antes de la crisis. Es cierto que las rebajas ya son una realidad en el mercado inmobiliario, pero según Rosa Torres, comercial de la inmobiliaria gaditana Bahía Blanca, «los precios de las viviendas han bajado muy poco» aún, y los propietarios se resisten a ajustar sus aspiraciones más allá de los 6.000 euros o los 12.000 euros cada dos o tres meses. «Como caso excepcional, algunos llegan a bajar el precio 30.000 euros, pero es algo muy raro», explica Rosa Torres.
No es tiempo de regateo
Los profesionales aconsejan a quien quieran tener éxito en las ventas que no inflen los precios, ni siquiera aunque tengan la intención de bajarlos con el tiempo. La experiencia indica a las inmobiliarias que esta práctica no es tan extraña: «muchos sacan sus viviendas a la venta con un valor muy alto, superior al del mercado con el objetivo de negociarlo con los primeros interesados...
D e hecho, según Rafael Galván, de Look and Find, existen ciertos precios que ya no son asumibles y que a partir de los cuáles, la demanda se estanca. Aunque parezca mentira, estos horizontes se sitúan en los 180.000 euros «o como mucho 200.000 euros»: ambas cifras, hasta hace poco casi inauditas en ciudades como Cádiz o Jerez.
Con todo, para los profesionales inmobiliarios, la cuestión del tiempo de venta y la caída del número de compras no dependen «sólo» de los altos precios, y achacan gran parte de la culpa del parón inmobiliario a las entidades financieras: bancos y cajas de ahorro, que desde verano de 2007 -tras la explosión de las hipotecas subpime en EEUU- han endurecido los requisitos para la concesión de créditos hipotecarios. Pepe Linares, de la inmobiliaria Prodyser, cree por ejemplo que la demanda de vivienda no ha decaído y aún hay una bolsa importante de potenciales compradores que sin embargo chocan con las difíciles condiciones de los bancos: «Tienen el mercado bloqueado», considera Linares, que asegura que han llegado a tener clientes que han adelantado una entrada para una vivienda, pero han visto su sueño frustrado al ser denegado el préstamo por las entidades financieras.
Ante esta situación la demanda del alquiler ha empezado a subir como la espuma.
Para Linares, «en Cádiz hay precios que están muy ajustados, y se pueden encontrar pisos a 70.000 euros (aunque pocos)». No obstante, reconoce que las rebajas no son «a tumba abierta» y la «gente no vende por lo que sea». En definitiva: nadie sitúa el límite del valor de sus casas por debajo del dinero por el que fueron compradas en un principio. «Lo que ha bajado es la expectativa de ganancia», especifican desde Prodyser.
Al comprador, en cambio, recomiendan aprovechar el momento «si están interesados y consiguen una hipoteca, porque quizá el próximo año sea más difícil conseguir financiación», apuntan.
Fuente:lavozdigital.es (19/08/08)
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